Tu dentista dice que hay que quitarte las muelas del juicio pero no te duelen. Entonces, ¿por qué quitarlas?
Hoy en día, la extracción de las muelas del juicio es un procedimiento estándar en jóvenes y adultos, aunque no siempre es necesaria.
Prevención
Sólo porque las muelas del juicio no te duelan no significa que no haya un problema. Las muelas pueden estar incluidas o semiincluidas. Esto significa que por su posición no pueden romper la encía y salir como el resto de dientes de la boca.
Quizás no hay suficiente espacio para ellas o las muelas están saliendo con cierta angulación, pudiendo dañar los dientes vecinos.
Algunos dentistas extraen los terceros molares para evitar problemas tales como caries en dientes adyacentes y reabsorciones radiculares de los mismos, con la consecuente pérdida de dichas piezas que inicialmente se encontraban en buen estado.
¿Cuándo es necesaria la extracción?
Cuando las muelas del juicio causen dolor o se observe que están en mala posición mediante medios radiográficos, involucrando dientes vecinos.
Otras de las posibles razones son:
- Daño a otros dientes: las muelas del juicio pueden empujar a otros dientes, causando dolor y problemas de mordida.
- Inflamación de encías: causando procesos infecciosos-inflamatorios en el tejido pericoronario.
- Caries: éstas se producen en dientes adyacentes, por la presión que ejercen al querer erupcionar estando en posición desfavorable.
- Alineación: las muelas del juicio impactadas pueden causar problemas de apiñamiento con otros dientes e incluso hacer que sea necesario un tratamiento posterior para enderezarlos.
En Clínica Dental Dra. Marta Nieto observaremos la forma de tu boca y la posición de tus dientes para realizar un diagnóstico y plan de tratamiento adecuado, según nuestro criterio profesional.
¿Todavía no estás listo para despedirte de las muelas del juicio? Ven a vernos y te daremos consejo personalizado. En muchos casos pueden pasar meses hasta que tengas que tomar una decisión, pero si estás sufriendo dolor o notas inflamación o mal olor, quizás sea el momento de echar un vistazo.